Ahorrar parece una cosa imposible, con tantos gastos, deudas y el deseo casi incontrolable de engreírse con alguna nueva compra, pero no lo es si nos mantenemos firmes en la decisión de tener un ‘guardadito’ que nos puede salvar más adelante; y no lo es si seguimos al pie de la letra estos cinco consejos.

1. Establece una meta. Debes definir exactamente lo que quieres lograr: la cuota inicial de un auto o departamento, vacaciones familiares, un postgrado, etc. Debes saber cuánto cuesta y qué tiempo necesitará para ahorrar el monto requerido.

2. Define la cuota de ahorro. Al recibir tus ingresos mensuales, quincenales o semanales, separa el dinero para los gastos fijos (vivienda, alimentación, salud, transporte, entre otros) y destine una parte del resto para el ahorro. Es importante establecer un presupuesto y tener en claro cuáles son las prioridades de gasto.

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3. Evita las compras por impulso. Y, sobre todo, no utilices el dinero ahorrado para solventarlos. Reflexiona qué tan necesaria es una compra determinada.

4. Elije la cuenta de depósito que se adapte mejor a sus necesidades. Actualmente, el sistema financiero ofrece opciones para depositar los ahorros, y si quieres ahorrar por varios meses, considera como opción una cuenta a plazo fijo o fondos mutuos. Si vas realices retiros, te conviene una cuenta de ahorros que te brinde libre disponibilidad.

5. Ahorra en una cuenta diferente a la que utilizas para tus consumos diarios. De esta forma, tendrás un mejor control de gastos y menos posibilidades de caer en la tentación de las compras por impulso.

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Además de esto, ten presente la recomendación que Augusto Miró Quesada, gerente de Captaciones, Seguros y Remesas de Interbank, dio al diario Gestión: “Destinar una parte de nuestros ingresos al ahorro puede ser una tarea sencilla, la clave está en encontrar maneras fáciles que se adapten a nuestros niveles de gastos y den resultado”.

Tampoco debes olvidar que el ahorro sirve como un fondo de emergencia para cubrir imprevistos como gastos por un accidente, enfermedad de un familiar, entre otros. Por eso, como repetimos, es dinero de más puede salvarnos la vida.