Internet se ha vuelto parte trascendental de nuestras vidas; no nos imaginamos un día sin conectarnos un momento, ya sea para el trabajo, el estudio o el ocio; y para que ello sea posible debemos recurrir al WiFi. Así la conexión llega no solo a nuestras PC, sino a nuestros dispositivos móviles.

Navegar por Internet, en ocasiones, es la primera y también la última actividades que hacemos durante el día; está antes del desayuno y después de la cena, por lo que nos vemos en la necesidad de mantener el router con el WiFi encendido.

A primera vista, no pareciera haber nada malo en ello, pero lo cierto es que corres un grave peligro con el WiFi activado las 24 horas del día. Un peligro que, en el peor de los casos, puede significar la muerte a largo plazo.

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Según una investigación publicada por Bioinitiative, la señal de WiFi está compuesta de radiaciones electromagnéticas, las cuales están asociadas a tumores que, a la larga, podrían provocar cáncer.

Es por eso que en el referido estudio, el WiFi y tecnologías similares son catalogados como “enemigos silenciosos”, y se recalca que los problemas causados por esta señal se manifiestan en episodios continuos de cefaleas, hiperactividad y mala calidad de sueño.

Para evitar que WiFi sea dañino a la larga, primero que nada, debes apagar el router en las noches o cuando nadie está usando Internet. Y además, aleja el aparato de la cocina, el dormitorio o cualquier sitio que sea muy concurrido.

Utiliza smartphones, tablets y otros dispositivos que funcionen con WiFi solo durante determinado tiempo en casa, y procura mantenerlos lejos de tu habitación, sobre todo mientras estas durmiendo.

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Toma en cuenta que los niños son los más afectados por el WiFi, tanto así que en algunos colegios de Inglaterra, Francia y Suecia se ha retirado esta conexión y se pretende reemplazarla por redes eléctricas.

Además del WiFi, debes tener mucho cuidado con otras redes inalámbricas, como la de los teléfonos. Su radiación también puede tener efectos muy negativos en la salud.