Hola… Una vez te conté esta historia y para mí, en este mes de noviembre en el que en un domingo más cerramos el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey, sería bueno reflexionar sobre la palabra “gratitud”. Siempre es momento oportuno para recordar con afecto y gratitud a aquellas personas que durante el año sumaron en nuestras vidas y comenzar teniéndolas presentes en nuestras oraciones, para luego buscar el momento propicio de agradecer personalmente la gentileza que tuvieron con nosotros. No es fácil, o no debería serlo, olvidar esos gestos de cariño y gratitud hacia aquellas personas que en el presente año han sido generosas con nosotros. 
Un historiador romano llamado Suetonio, nos narra la historia de un soldado romano a quien se le acusó de un crímen. Fue llamado ante los jueces y el Foro para responder ante los cargos que se le imputaban. El soldado pidió la defensa del César, ya que había peleado muchas batallas en su nombre. El César, al conocer el pedido del soldado  le hizo llegar el siguiente mensaje: “No puedo defenderte yo mismo, pero enviaré a alguien en mi lugar”. El soldado abrió su toga ante el enviado del César y enseñándole las cicatrices de su pecho le pidió que le dijera al César: “Cuando yo vi las espadas en dirección tuya, nunca envié a nadie en mi lugar, yo puse el pecho por ti”.
Es posible que al leer esta historia pudieras pensar que no es tu caso, sin embargo puedes estar seguro de que en tu vida existe más de una persona que se la ha jugado por ti, sobre todo para quienes leen estas líneas desde una experiencia de fe en Cristo, sabemos que Él dio hasta la “última gota de su sangre” por nuestra salvación.
El próximo domingo es la fiesta de Cristo Rey y a lo largo de la historia, millones de personas, antes de ser martirizadas, gritaron a sus verdugos: “Viva Cristo Rey”.
 

“Agradecer es el arte de atraer cosas buenas”

Gracias por llegar hasta aquí.  Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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