Baladas y Reflexiones

¡Aprendamos a respetar y ayudar a los demás!

2016-06-10 19:43:59
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¡Aprendamos a respetar y ayudar a los demás!
(Foto:Istock.com)

Hola… Hagamos un viaje imaginario por Europa Central. Estamos en el mes de febrero y en la estepa se puede divisar un paisaje con una capa de nieve de no más de cinco centímetros, que para esta época no es mucho. Las copas de los pinos están cubiertas de nieve, el valle es amplio y desde donde nos encontramos, podemos divisar fácilmente una extensión de varios kilómetros. A media mañana, observamos a lo lejos una manada de aproximadamente veinticinco lobos. Si nos quedamos simplemente con la imagen, no sería más que eso, pero si conociéramos la verdadera y maravillosa historia de los lobos, podríamos reconocer que la naturaleza creada por Dios es de una belleza inigualable. Centremos nuestro objetivo únicamente en los lobos y por un momento, olvidémonos del bello paisaje que crea esta fascinante historia: la manada de más de veinte lobos camina en “fila india”, es decir uno detrás del otro. Los tres primeros son lobos de mayor edad, inclusive uno de ellos camina rengueando, detrás de ellos van cinco lobos fuertes y vigorosos, manteniéndose a no menos de tres metros de distancia. Luego, viene el grupo más numeroso de aproximadamente quince lobos de todo tamaño, peso y color. Cerrando el grupo, viene el lobo ‘alfa’, quien mantiene una cierta distancia de sus compañeros para poder visualizarlos y mantenerse alerta en caso de presentarse algún peligro, ya que es responsable de la seguridad del resto de la manada.

Es entrañable saber que en esta manada, los lobos ancianos y enfermos van siempre primeros, ellos marcan el paso de la manada y a su lado van los ‘cancerberos’, que son los que defienden a la manada.

Lo importante para la manada no es llegar unos primeros que otros, sino llegar todos al mismo tiempo al lugar de destino. Si los enfermos o ancianos van primero, significa que los respetan, ya que si fueran los últimos no podrían seguir el ritmo de los más fuertes y a las pocas horas quedarían solos y rezagados, condenados a una muerte segura.

Qué valioso sería tomar en cuenta las experiencias de vida de los animales, puesto que en algunos casos, da la impresión que los humanos actuamos de manera muy distinta. Qué pobre es aquella sociedad que no sabe respetar a los más débiles e inclusive, los deja abandonados.

Les dejo esta reflexión teniendo próximo el Día del Padre, esperando que sirva para cambiar algunas de nuestras actitudes en el transcurso de esta semana.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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