Baladas y Reflexiones
El verdadero significado de 'Ya se te pasó el tren'
Hola… En la mañana de este lunes, el “Filósofo de la Encalada” me visitó en las oficinas del colegio Nuestra Señora del Consuelo. Lo que mi amigo me contó, hizo que iniciara esta semana con mucha ilusión.
Solemos decir “estoy esperando el tren de la vida para subirme a él” como una esperanza. Cuando mencionamos que “ya se pasó el tren”, damos a entender que hemos dejado pasar alguna oportunidad favorable para tomar una decisión. A veces hemos pensado “o subo ahora, o no subiré jamás”.
Pero este “dicho” podríamos transformarlo de la siguiente manera: He dejado de esperar el tren, justo cuando he entendido que el tren soy yo. Quien quiera viajar conmigo, tendrá siempre un lugar a mi lado. Quien no quiera, es libre de quedarse en la estación.
Muchas personas esperan “que se alineen los astros, para tomar las mejores decisiones”. Pero en la conversación con mi amigo, el “Filósofo de la Encalada”, me dijo que no debiera ser así, porque cada uno de nosotros somos los que vamos creando en nuestra vida las circunstancias propicias para tomar las decisiones más apropiadas.
En realidad, yo soy el tren, yo soy quien marca el destino, yo soy quien decide quien viaja o no conmigo, en definitiva, yo soy el dueño de mi vida. Depender de los demás es muy peligroso, es cierto que a veces es lo más fácil, pero no lo más productivo. En la vida tienes que pagar “comisiones”. Como dice un dicho popular “perdiste soga y cabra”.
Hace muchos años, cuando estaba en la universidad, viajaba con frecuencia de León a Valladolid, observando el paisaje desde la ventanilla lateral del tren. Recuerdo uno de esos viajes, en el que coincidió que yo conocía al interventor porque pertenecía a la parroquia del monasterio donde yo vivía. Le pedí que me permitiera entrar unos minutos a la máquina del tren, para poder ver el paisaje desde allí. Definitivamente, es diferente ver el paisaje como pasajero a través de la ventanilla del vagón, a ver el paisaje desde la máquina del tren en vista panorámica. El paisaje es el mismo, solo que se ve desde una perspectiva diferente. Yo prefiero ir en la máquina y por lo tanto verlo desde allí.
“No ames con el corazón, porque el corazón se detiene. Ama con el alma, porque el alma es eterna”
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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