Hola… Continuando nuestras conversaciones en torno a mi vivencia aquí, en el pueblo en que nací, te contaré que durante el desayuno mi padre suele contarme historias de las personas que él conoció y que vivieron aquí en San Román hace cien años. 

Esta semana, le comentaba a mi papá que al pasar junto a una casa me acordé que cuando yo era niño vivía una familia que tenía muchísimos hijos. El padre se llamaba Chavó y la madre Piedad. Ambos ya murieron y mi padre me contaba que habían tenido 17 hijos. Según lo que me dijo,  apenas tenían chacra para cultivar porque eran muy pobres. En aquella época, los más ricos del pueblo eran aquellas familias que más extensión de tierra cultivable tenían. Hay casas que tienen en su fachada unos escudos también llamados blasones, con la representación gráfica propia de las familia de "alta alcurnia”. Me contaba que estas familias salían de su casa y durante todo el día podían caminar sin salir de sus tierras.

Pero volviendo a la historia inicial, te contaré lo que mi padre me dijo de esta familia que tuvo 17  hijos. Este hombre alimentó a sus hijos con lo que pescaba en el río y con lo que cazaba en el monte. Como anécdota, mi padre mencionó que a la hora de sentarse a la mesa, los que eran "un poquito más rápidos" dejaban a los otros sin comida, por lo que en la siguiente comida estos se avivaban para que no les dejaran sin comer.  

La naturaleza fue muy generosa con esta familia, sacó adelante a sus hijos y cada uno de ellos ha triunfado en ramas distintas de la vida. 

Te cuento esto porque reflexionando con mi papi llegamos a una conclusión: la vida no es mejor para unos que para otros, lo importante es que cada uno con creatividad y esfuerzo saque adelante sus sueños. Esta familia no tenía posesiones materiales, pero sí tuvieron y tienen un espíritu de lucha y superación.

La vida es un 10 por ciento inspiración y un 90 por ciento transpiración.

Estando en el mes de agosto terminaremos cada conversación con una frase de nuestro padre San Agustín. Te dejo esta para que la reflexionemos.
 

“Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.”
San Agustín

Gracias por llegar hasta aquí.  Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

Contáctanos en Facebook:Padre Pablo