Baladas y Reflexiones

Para reflexionar: Carta de un padre al profesor de su hijo

2016-06-17 19:15:15
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Para reflexionar: Carta de un padre al profesor de su hijo
(Foto:Istock.com)

¡Hola!… Para el hombre moderno no es fácil aceptar que hay un cauce en la vida por el cual todos transcurrimos desde nuestro nacimiento hasta ser abrazados en la eternidad, habiendo pasado por la muerte. Hay ideas, principios, valores… que son inamovibles, por más que las nuevas generaciones quieran cambiar todo, al atardecer los colores de la vida siempre son los mismos.

Quien escribió la siguiente carta, tenía un hijo y a través de él le envió estas líneas a su maestro.

Estimado profesor:

Mi hijo tiene que aprender que no todos los hombres son justos, no todos son verdaderos, pero, por favor, indíquele que para cada villano hay un héroe, que para cada egoísta, también hay un líder dedicado.

Enséñele que para cada enemigo, allí también habrá un amigo; que es mejor obtener una moneda ganada con el sudor de su frente que una moneda robada.

Enséñele a perder, pero también a aprender y disfrutar de la victoria, háblele de la envidia y sáquelo de ella, dele a conocer la profunda alegría de la sonrisa silenciosa, y a maravillarse con los libros, pero deje que él también aprenda con el cielo, la flores en el campo, las montañas y valles.

Explíquele que más vale una derrota honrosa que una victoria vergonzosa. Enséñele a creer en sí mismo, incluso si está solo frente a todo el mundo. A ser suave con los gentiles y ser duro con los duros y que nunca debe entrar en el tren de la vida solo, porque vio a otros entrar.

Enséñele a escuchar a todos, pero en la hora de la verdad, decidir solo, enséñele a reír cuando esté triste y explíquele que a veces los hombres también lloran.
Enséñele a ignorar las multitudes que claman sangre y a luchar solo contra todo el mundo, si piensa que es justo. Trátelo bien, pero no lo mime, ya que solo en la prueba de fuego se sabe que el acero es real. Déjelo tener el coraje de ser impaciente y a tener coraje con paciencia.

Transmítale una fe sublime a Dios y fe también en sí mismo, porque solo entonces podrá tener fe en los hombres.

Sé que le estoy pidiendo mucho, pero vea usted lo que pueda hacer.

Esta carta fue escrita en el año 1830 por el señor Abram Lincoln, quien fuera presidente de los Estados Unidos, y fue enviada al profesor de su hijo.

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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