Hola… Recién concluída la Santa Misa, aquí en la Parroquia Nuestra Señora del Consuelo, como todos los días me dirigí a la oficina del colegio. Eran las 7:00 de la noche, los patios se encontraban vacíos y caminando por ellos hasta llegar a mi oficina, me puse a pensar : qué sería aquello que pudiera permanecer eternamente en mis alumnos.

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Sentado en la silla del escritorio y mirando los patios, que desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde son espacios de jóvenes quienes desde los 4 hasta los 16 años, día tras día, mes tras mes y año tras año, vienen a su colegio para recibir las bases de una educación que van a necesitar en el futuro. 

Al encender la computadora y conectarme a internet, ví un artículo relatando que psicólogos de la Universidad de Stanford, este año hicieron un interesante trabajo con resultados  muy preocupantes para mí. La población consultada fueron 10 mil niños y jóvenes de primaria y secundaria. Una de las preguntas fue: En este momento señala, ¿cuál es tu escala de prioridades en tu vida de joven y adolescente? Alarmante fue la respuesta mayoritaria, más del 90% dijo: “Quiero ganar mucha plata para poder comprar todo lo que quiera”. En otras palabras, trabajar duro y parejo para tener todo lo que me gusta. Apenas el 10% respondió que en su proyecto de vida está la solidaridad, la fe… y por supuesto muy pocos la ayuda a los más necesitados.

La puerta está abierta, los patios vacíos a esta hora de la noche y para mí una gran preocupación, que te resumo en esta frase: “NO PREPARES EL CAMINO PARA EL NIÑO; PREPARA AL NIÑO PARA EL CAMINO”.

Estos jóvenes con los que comparto de lunes a viernes un proyecto educativo con lo último de la tecnología, lo último de la ciencia y lo último de la educación física, sin embargo, me pregunto si estaré trazando camino para ellos o más bien, preparando a los jóvenes para el camino. Porque dentro de 20 o 30 años, cuando ellos posiblemente tengan una familia constituída o un trabajo, me gustaría escucharles decir: “Mi colegio me preparó para el camino”.

Cuando un padre de familia se acerca al colegio, yo siempre les pregunto ¿Qué quieres encontrar en este colegio para tus hijos?
Otro día te hablo de las respuestas…

“La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente” 

Gracias por llegar hasta aquí.  Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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