Baladas y Reflexiones
Una linda lección de fe
Hola… Hoy quiero contarte la historia de Lorenzo. Cuando tenía doce años inició sus estudios sacerdotales en la ciudad Palentina de Saldaña. Terminados sus estudios sacerdotales en 1977, fue ordenado sacerdote y su primer trabajo fue como responsable del seminario menor de Saldaña. En el 1983 fue enviado al Perú y durante seis años desempeñó su labor misionera en los Andes, en la ciudad de Tarma, donde estuvo destinado por la Congregación de Padres Combonianos a la que pertenecía.
El padre Lorenzo dice: En Tarma me sucedió algo curioso. La primera misa de los domingos era a las seis de la mañana y para mí fue un reto cambiar ese horario. Cuando fui a abrir la Iglesia el primer domingo, a las 5:30 a.m., me encontré en la puerta a una anciana de cien años. Me contó que era de una comunidad cercana, pero como caminaba despacito se levantaba a las dos de la madrugada para poder llegar a tiempo a la Misa.
Yo le dije: Señora, por su edad ya no está obligada a venir a la misa. ¿Qué la motiva a venir? Ella me contestó: La misa me hace sentir viva.
Al escuchar esta experiencia del padre Lorenzo, seguramente tú y yo hemos pensado casi lo mismo: por muchos libros de teología que hayamos leído o por muchas charlas sobre Dios que hayamos escuchado en nuestras vidas, este singular momento es una auténtica manifestación de Dios para poder entender y aceptar que la misa no solo es un rito, sino es una celebración que nos hace sentir y gozar la presencia real de Cristo. Por eso, esta anciana de cien años veía y sentía con los ojos del alma aquello que a veces miles de personas parece que no sienten.
No busco juzgar a nadie con estas líneas, al contrario, las considero como un espacio abierto para que podamos preguntarnos este domingo, sin ir más lejos: ¿Qué caminos no hemos recorrido aún?, ¿qué esfuerzo no hemos hecho todavía, para lograr sentir como esta anciana que la Eucaristía es vida porque es la presencia real de Cristo?
Este domingo es la Ascensión del Señor a los Cielos y claramente nos ha dicho: Me voy al Padre, pero os enviaré el Espíritu Santo que es la presencia real de Dios Padre y de Dios Hijo en nuestra vida humana. El Sacramento de la Eucaristía es el alimento del alma que une el cielo y la tierra para redimirnos y para alimentarnos. En palabras de la anciana de Tarma: La misa me hace sentir viva.
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
:(
Posted by Radio Ritmo Romántica on Viernes, 15 de mayo de 2015
Escúchalo en Baladas y Reflexiones
con el Padre Pablo
Todos los domingos de 9 p.m. a 1 a.m.